Una tormenta se acerca. La humanidad se enfrenta a la ruina y el desaliento. El Mundo cambia, más aún hay esperanza en los corazones de la gente. Pasamos por la vida ciegos a las fuerzas que pueden cambiar nuestros destinos para siempre; inconscientes como ovejas yendo al matadero. Esta noche, del año de nuestro Señor de 1047 sella el inicio de nuestro viaje juntos; un viaje a la oscuridad, a la locura. Le observo desde las sombras. ¿Será el Elegido? Ha llegado ya muy lejos… Aún deberá ser puesto a prueba hasta los límites de la resistencia humana… y más allá. Hoy cabalga en busca de los antiguos dioses, cabalga guiado por un amuleto que le ha traído aquí. Esta noche comienza su viaje a la Oscuridad.
La lucha por la supremacía es eterna, inevitable… Prevalecer es el objetivo natural de toda criatura de esta Tierra que matará y morirá, para que su estirpe domine las demás. Algunos llaman equilibrio a esa lucha sin fin… Equilibrio entre la luz y la oscuridad.
Tiempos oscuros son estos que nos toca vivir. Tiempos sin esperanza… Los hombres de fe afirman que así Dios Padre pone a prueba el carácter de sus hijos. Tal vez eso sea cierto, o quizás no sea más que una mentira piadosa. Si eso es verdad, las tinieblas han llegado para la otrora orgullosa Humanidad y estamos asistiendo al declive del ser humano.
Así como Koji Igarashi terminaba su lucha contra la oscuridad en Order of Ecclesia, Lords of Shadow nacía desde los estudios españoles de Mercury Steam para renacer la leyenda de los famosos Belmonts. Una épica nueva que no dejó indiferente a nadie, ni a los que habían seguido la saga desde el principio ni a las caras nuevas que no conocían el clan. Con Enric Álvarez a la cabeza del proyecto, la ayuda de Kojima Productions y Óscar Araujo al timón de la banda sonora, surgió esta epopeya.
Nos encontrábamos con un mundo en decadencia y un solo héroe llamado Gabriel Belmont (Robert Carlyle) armado con su cruz de combate, que buscaba desesperadamente la resurrección de su mujer, Marie (Natasha McElhone) y para ello decide visitar al Guardián del Lago, Pan (Aleksandar Mikic). Durante el transcurso de la historia, narrada por Zobek (Patrick Stewart) nos enfrentábamos a enemigos de todo tipo, desde licántropos ansiosos por degustar nuestra carne hasta titanes de hielo que ponían a prueba toda nuestra habilidad con el mando, con una mecánica de combate fluida y adictiva, que no tenía nada que envidiar a juegos como God of War 3 o Shadow of the Colossus, y una vez concluida dicha gesta, nos quedábamos sumidos en una gran incertidumbre, con una boca tan abierta y una cara de pasmados que si me atrevo a contar aquí la razón y el por qué, desvelaría uno de los finales más elogiados del mundo de los videojuegos. Mercury Steam supo hacer de diez su trabajo y pese a los detractores y puristas, consiguió llegar al corazón de un público mayoritario.
Bienvenidos a la minisecuela directa de Castlevania Lords of Shadow, los señores de la sombra vuelven en forma de portátil para inyectarnos con una pequeña dosis de Belmonts dividido en ni más ni menos que un prólogo y tres actos.
Nada más empezar el juego, volvemos a tomar momentáneamente las riendas de Gabriel Belmont y su cruz de combate. Nos situamos un año antes de los acontecimientos de Lords of Shadow, descubriendo así un poco más del pasado de Gabriel. Vemos como con dolor parte del lado de su prometida Marie sin saber que está embarazada, para luchar como no, contra las fuerzas de la oscuridad. Este prólogo nos sirve poco más de tutorial para comprender los controles del juego y una vez acabado descubrimos que el destino y la herencia de los Belmonts queda a merced de la Hermandad de la Luz, ya que Gabriel tiene otro papel bien distinto escrito con sangre.
Aquí es realmente cuando la tragedia y la dramática de esta nueva saga comienza.
Pasan 57 años desde entonces y tomamos el control de uno de los Belmonts más famosos de la antigua escuela, Simon Belmont, con un diseño más que excepcional. Empezamos con el primer gran guiño, y es que no podía ser menos, Simon viene armado de un simple látigo de cuero que nos transporta hasta 1986, recordando esos 8 bits tan grandiosos que abrieron las puertas al archiconocido Castlevania (Akumajou Dracula en Japón) y que 27 años después seguimos disfrutando pero con una perspectiva diferente.
Aunque en el prólogo ya habíamos saboreado ese 2D fundido con el 3D, es aquí donde se empieza a explotar con ganas. Vemos unos escenarios llenos de detalles; como la entrada al castillo, la sala del trono, el teatro (mi favorito), y de posibilidades plataformeras, cuyas escenas más importantes se narran con un cell-shading que nos recuerda a los comics. Siempre se ha dicho que el 3D nunca le ha sentado bien a Castlevania y eso es algo en lo que yo no estoy de acuerdo, quizás el salto con Nintendo 64 no fue el más acertado pero por algún sitio tenían que empezar, aunque realmente los más criticados han sido Lament of Innocence y Curse of Darkness de PS2 que a mi parecer estaban bastante bien estructurados, cierto es que se repetían pasillos y alguna que otra habitación pero eso no quiere decir que no fuese un 3D sólido, de hecho yo me sorprendí bastante con Héctor e Isaac a lo hora de moverse.
Volviendo a la saga Lords of Shadow, he de decir que el equipo de Mercury Steam hizo un grandísimo trabajo en la primera parte, la verdad es que es el mejor 3D que ha tenido la saga hasta el momento buscando un realismo siempre dentro de la fantasía con esos diseños oscuros y retorcidos que quitaban el aliento. En esta ocasión, contamos con un aspecto más Castlevania Dracula X Chronicles de PSP, aprovechando prácticamente todo el potencial de la consola. En una Nintendo 3DS normal, he podido apreciar y degustar todos los detalles pero desde luego si posees una 3DS XL, vas a disfrutarlo muchísimo más, ya que hay momento en los que se aleja la cámara para mostrar inmensos escenarios de punta a punta. Según conocemos por la prensa, Mercury Steam habló de que los gráficos del juego en son una conversión para 3DS ya que en realidad están hechos en alta definición y no descartan la posibilidad de que más adelante se lleve a consolas de sobremesa para aprovechar todo su potencial.
Uno de los puntos a destacar es que en este juego dependemos de la experiencia y el nivel para desbloquear nuevos combos, que bien ganamos derrotando enemigos o leyendo los pergaminos mágicos que abrazan los caídos. Esto en realidad solo nos limita a la hora de combatir ya que para aumentar nuestra salud, nuestra magia o nuestra munición, deberemos ir descubriendo unos cofres por los distintos escenarios, algunos muy bien escondidos o inaccesibles en un primer momento, y digo en un primer momento ya que mientras avanzamos en el majestuoso castillo de Drácula se nos irán otorgando habilidades que nos permitirán llegar a zonas donde antes no podíamos, como por ejemplo el espíritu de Sypha Belnades (si habéis jugado a Castlevania III: Dracula’s Curse, sabréis que es una poderosa maga del clan Belnades que se une a las fuerzas de Trevor C. Belmont junto con Alucard y Grant Danasty) que nos protege de unas cascadas mortales, o unas botas que nos permitirán saltar largas distancias.
La variedad de zonas, puzzles y enemigos está bien proporcionada, la verdad es que Mirror of Fate no se queda corto a la hora de presentarnos retos y deberemos estar bien preparados y muy atentos para no caer muertos en las garras de la oscuridad, en mi caso muertes por caídas desde mucha altura creyendo inocentemente que Simon por ejemplo era igual de resistente que Nathan Graves en Circle of The Moon, aquellos Castlevanias en los que podías caer toda una torre entera sin tener ni un solo rasguño.
Profundizando un poco más en los controles, llegamos al sistema de combate clásico y poco renovado que se viene viendo desde PS2, en juegos como Castlevania Lament of Innocence, Curse of Darkness, God of War, Devil May Cry, o cualquiera con la misma mecánica. Volvemos a Lords of Shadow y sus contraataques sincronizados. ¿Recordáis aquellos ataques normales de los que si nos conseguíamos proteger en el momento del impacto nos otorgaba cierta ventaja a la hora de propinar golpes con nuestra cruz de combate? Pues bien, aquí es lo mismo pulsando nuestro botón ‘L’ en el momento determinado. ¿Qué el enemigo brilla y no nos podemos proteger? No hay problema, manteniendo ‘L’ pulsado movemos nuestro stick en la dirección que queramos y realizaremos una finta que nos salvará de dañar nuestra salud.
A la hora de atacar contamos con los mismos dos botones que en su antecesor, ‘Y’ para ataques directos, recomendables para ir derribando enemigos de uno en uno, y ‘X’ para ataque de área un poco menos potente pero que mantendrá a raya a cualquiera que trate de atacarnos. Una vez aprendido estos conceptos básicos, podremos combinar de manera alterna los botones para crear poderosos combos sin olvidar que también se puede combinar con nuestro botón ‘B’ ese salto tan socorrido que nos permite hacer combos de manera ascendente y rematar la tarea en el aire. Ahora bien, nos queda suelto el ‘A’ que no menos importante ya que este botón es el que nos permite utilizar las dos sub-armas de cada personaje.
Explicándolo un poco mejor, cada personaje en cada acto solo dispone de dos sub-armas, por ejemplo, Simon posee el ‘hacha arrojadiza’ así como el ‘frasco de aceite’, cada una con una funcionalidad distinta, por ejemplo con el hacha podremos atacar a enemigos que estén en el aire sin tener que abandonar el suelo para seguir defendiéndonos de otros enemigos mientras que con el frasco de aceite mantendremos a raya a los enemigos que estén el suelo con unas poderosas llamas; la novedad de este sistema es que si dejamos pulsado el botón ‘A’ durante un momento, recargaremos el sub-arma lanzando un ataque el doble de potente. Para alternar entre estas dos sub-armas tenemos dos opciones; bien utilizando la cruceta arriba o abajo o tocando la pantalla táctil en el icono del sub-arma, esto a veces nos rompe un poco la dinámica del combate si no tenemos unos dedos rápidos.
Aparte de las sub-armas tenemos también dos habilidades distintas para cada personaje, que aparte de ayudarnos en las batallas, nos permitirán avanzar en ciertas zonas del mapa como he mencionado anteriormente y que se activan o se desactivan según pulsemos la dirección izquierda o derecha de la cruceta o en sus respectivos iconos de la pantalla táctil.
En el fragor del combate habrá muchas ocasiones donde conseguiremos debilitar a los enemigos lo suficiente para que queden atontados, y lo sabremos porque brillarán por completo e intermitentemente y ahí es donde entra en juego nuestro botón ‘R’, que nos brindará la ocasión de acabar de una vez por toda con nuestro enemigo sin tener que volver a pulsar ningún botón más.
Aún así el botón ‘R’ será realmente nuestro mayor aliado, ya que a la hora de engancharnos a cualquier punto, ya sea para trepar, para balancearnos o aprovecharnos de los raíles magnéticos deberemos pulsarlo, o también para mover cajas, activar palancas y recoger los pergaminos.
Para tensionar nuestro recorrido en busca de venganza se nos presentan jefes finales bastante bien logrados y con mucha personalidad y estrategia, que te harán disfrutar de combates intensos donde no se te permite perder tiempo pensando, aunque en algunos momentos nos parecerá más fácil de lo normal si elegimos la dificultad ‘normal’ dentro de las opciones del juego. La mayoría de estos jefes finales tienen secuencias QTE donde deberemos estar atentos en pulsar los botones correctos. Destacar el gran trabajo logrado con el 3D estereoscópico del jefe la Dama de la Cripta. (Yo me quedo con el Vigilante Nocturno como jefe preferido)
Tengo que hacer un punto de inflexión a partir de aquí para seguir hablando de Mirror of Fate, ya que los actos dos y tres del juego pertenecen a otros dos personajes, Alucard y Trevor Belmont. Sin querer entrar en mucho detalle para no desvelaros la magia que desentraña la narración de la historia, un punto a favor por la originalidad de lo bien hilada que está, os diré que revisitaremos lugares y que el sistema de exploración vuelve a los orígenes de los Metroidvania, sin perder ese estilo tan característico de cuadros azules y marco blanco que conforman el conjunto del mapa que tan bien conocemos los de la generación PSX, GBA y DS. Llegando casi al final de cada acto si nos fijamos bien podremos utilizar unas puertas con forma de cara gigantesca que nos conducirán a distintas partes del mapa para facilitarnos la revisita y así acceder a zonas a las que antes no podíamos.
Dentro de estos tres actos somos testigos de una banda sonora sin precedentes, Óscar Araujo vuelve de nuevo a deleitarnos con sus dramáticas composiciones que ambientan a la perfección nuestro periplo, yo en opinión personal me hayo sorprendido con la potencia sonora de Nintendo 3DS, aunque por otra parte echo de menos las melodías tan características de la saga que creo que es algo que se podría haber conservado un poco mejor, claro que sin desmerecer en absoluto el trabajo de nuestro compositor. A pesar de que existe poco diálogo en el juego, se mantienen los dobladores originales de la saga como Robert Carlyle, avatar de Gabriel Belmont. Ni que decir tiene que los efectos sonoros como el golpear del látigo, los distintos enemigos, el fuego, o cualquiera que conforma el ambiente, están cuidados al máximo para una experiencia inmersa.
Castlevania Lords of Shadow Mirror of Fate, es un pequeño homenaje a la saga que se mantiene dentro de la línea del reboot, sin perder un claro objetivo, enlazar su primera parte con la segunda que tendremos a lo largo del 2013 ya que aún se encuentra en fase de desarrollo. Si sois apasionados (y viejos en mi caso) de la saga como yo, encontraréis guiños de personajes de juegos anteriores, como Grant Danasty (Castlevania III Dracula’s Curse), la familia Bernhard (Castlevania Lament of Innocence) o Schneider (Castlevania 64 y Castlevania Legacy of Darkness), habilidades como poder saltar dos veces y planear dignas de Symphony of the Night, la escalera tan característica que nos lleva a la sala del trono o el arma que porta el último jefe final del juego.
Una cosa que no puedo perdonar a este juego y siendo justos con anteriores capítulos u otros juegos del mercado es su nula rejugabilidad. Una vez te lo pasas al 100% que lo puedes hacer perfectamente en la primera vuelta, ya no hay nada que te incite a pasártelo otra vez a no ser que quieras experimentar con el nivel de dificultad que desgraciadamente no nos recompensa con ningún secreto más.
Mi veredicto final es que es un juego pequeño diferenciándose de lo que ha sido su antecesor, que nos deleita con un gran potencial pero que podía haber dado mucho más fruto tanto narrativamente como con su jugabilidad, más zonas, mayor número de armas, más habilidades, etc… , y aún así cumple con gran nota su cometido. Desde aquí quiero seguir animando a Mercury Steam a que siga haciendo más juegos como este para 3DS puliendo esos detalles que podrían darle un diez rotundo y justificado.
Tanto si eres nuevo en la saga como si vienes de épocas anteriores te lo voy a recomendar, empuñar una vez más la cruz de combate nunca defrauda. Déjate llevar por el espejo del destino y comprende que hay detrás de la tragedia de los Belmonts y lo que está a punto de suceder.