No mucho tiempo desde que salió el juego completo, ni su anterior DLC gratuito, Bloody Palace, llegó Vergil’s Downfall. Continuación directa de los hechos ocurridos al final de DmC: Devil May Cry, por lo cual, si no te has pasado el juego, mejor deja de leer, no vaya a ser que te tragues algún spoiler.
Esta vez nos ponemos a los mandos para manejar a un gravemente herido Vergil tras la pelea con su hermano Dante, a través de algo bastante similar al limbo ya visitado en DmC, en el que le ayudaremos a conseguir algo que perdió, quizá, algo que nunca tuvo. Con estas simples líneas, tenemos montado el argumento de este DLC.
Nada más empezar, nos damos cuenta que las escenas de vídeo con el motor del juego, han casi desaparecido y han dejado paso a unas escenas de animación tradicional. Este cambio respecto al juego no sé si interpretarlo como falta de tiempo y/o presupuesto o simplemente han querido darle un toque diferente a esta aventura.
Al coger los mandos notamos que, aunque posee ciertas similaridades con Dante, el estilo de Vergil es radicalmente diferente, mucho más refinado y al no ser tan larga la historia, una cantidad bastante inferior de ataques. Vergil se hará cargo de los enemigos con su querida y fiel espada Yamato y sus poderes, con ataques que ya vimos durante la campaña de DmC y algún que otro ataque nuevo. Al principio puede resultar un poco extraño controlarlo, ya que no tiene un estilo tan directo como Dante, pero una vez hecho a los controles, será tan efectivo o más a la hora de encargarse de las fuerzas del mal. Nos enfrentaremos a algunos cuantos enemigos de los que ya nos hicimos cargo durante la campaña y un par de esbirros nuevos.
En cuanto a los escenarios tan imaginativos, lamentablemente esta vez no se han esmerado tanto y han reciclado muchos elementos de la campaña principal, incluso zonas enteras. Una pena ya que es uno de los mejores elementos que posee DmC: Devil May Cry, pero lamentablemente no es la única cosa que carece de mimo, ya que, por el momento no se ha incluido un modo Bloody Palace con Vergil, ni hay planes de hacerlo en el momento que escribo estas líneas.
La duración de esta mini-aventura es de 6 capítulos, algo que para un manco como yo supone alrededor de hora y media. Realmente, no es una cifra muy alta pero teniendo en cuenta que DmC: Devil May Cry un servidor se lo pasó en 4 horas y media, es una buena duración sobre todo si consideramos el factor rejugabilidad.
Vergil’s Downfall pone el broche final a DmC: Devil May Cry y va levantando el puente hacia una presumible futura entrega de este polémico reboot de la saga. Eso sí, considero que debería haber sido gratuito para todos y no sólo para los que reservaron el juego en ciertas cadenas de venta de videojuegos. Con todo esto recomiendo que le deis una oportunidad, aunque quizá mejor cuando esté de oferta.