En un reciente vídeo de Game Informer, el director de The Witcher 3: The Wild Hunt decía que “Skyrim era muy genérico“. ¿Cómo lo explica? Sencillo: intentó pensar en cinco buenos personajes de Skyrim y no lo consiguió. Para él, los personajes son muy importantes y han de reaccionar a lo que hace el jugador para que el juego sea verdaderamente inmersivo, y Skyrim no lo consiguió.
Konrad Tomaszkiewicz fue muy duro con sus declaraciones, y cualquiera que haya jugado a Skyrim, le guste o no, sabrá ver reflejadas sus palabras en el tiempo que pasara en el mundo del juego de Bethesda.
Cuando se anunció The Witcher 3: The Wild Hunt, lo hacía con la idea de que contará con un mundo abierto para explorar y que este sería más grande que el de Skyrim. Crear un mundo abierto no es precisamente sencillo. Ahí tenemos a Bethesda, que lleva mucho tiempo haciéndolo y sus juegos siguen repletos de inevitables fallos y carecen de un argumento sólido. Los jugadores son capaces de obviar esos detalles porque a cambio ofrecen muchas posibilidades y horas de juego. Entretenimiento asegurado.
A la hora de desarrollar una historia completa y en la que sus personajes sean dignos de ser recordados, los juegos “cerrados” o por fases son mucho más prácticos. Desde CD Projekt RED están convencidos de que pueden aunar la gran narrativa de su franquicia con la libertad de exploración de Skyrim y, lo que es más importante, hacerlo bien.
¿Conseguirán su propósito? Ojalá lo hagan. Lo queremos nosotros y todos vosotros deberíais quererlo así. ¿Un mundo abierto, repleto de posibilidades y con una historia que nos enganche y no nos parezca insulsa? Sería estupendo. Ahora en CD Projekt RED tendrán que demostrar que son los elegidos para conseguirlo, porque haciendo esos comentarios es lo que se espera de ellos. Por suerte ya hemos comprobado que saben lo que se hacen, y al menos por mi parte, tienen un voto de confianza.